jueves, 18 de junio de 2015

El otro día vi... Jurassic World

Imagen: Legendary Pistures.
Después de 20 años, el parque-de-diversiones/zoológico-prehistórico más famoso vuelve para intentar redimir sus pecados (tanto como parque, como producción cinematográfica). Si bien, esta sería la cuarta parte de la saga, las referencias y diálogos toman más que nada la primera película como base, por lo que no es un gran impedimento no haber visto las anteriores y hasta cierto punto, funciona como película individual.

El meollo del asunto empieza por la creación de un dinosaurio en el parque, uno que combina material genético de varios dinosaurios, para crear una atracción nueva y más llamativa al público. Pero este nuevo ser tiene sus secretos y logra escapar. Ahora depende de StarLord Owen Grady que todos puedan salir con vida.

Una de las mejores formas de quitarle toda la magia y emoción a lo que debería ser una continuación decente de la primera parte de la saga, es poner la misma música que caracterizó tanto a esa película en conjunto a una escena digital del parque más salvaje del mundo. Que la intención era buena, pero se aleja abismalmente de lo que en un principió quería mostrar Spielberg.

Se suma la incorporación de escenas personales para darle profundidad y trama, lo que finalmente es un verdadero chiste. Ninguna tiene sentido, nunca se profundiza nada de ello y hasta terminan siendo ridículas -se acaban de morir un par de guardias y aun así se dan el lujo de coquetear. Creo que querían establecer una relación entre los personajes o darle algo de desarrollo, no sé.

Y si la tradición de poner niños como protagonistas fue desde la primera película algo habitual, desde la segunda que la tradición fue hacer que tengan poco peso e importancia. Acá tenemos a estos dos hermanos, uno tiene novia, pero al perecer eso importa poco, y el otro se preocupa que sus padres se divorcien, lo que también importa poco. Luego tenemos al Cesar Millan de los velociraptores, cuya actitud no nos hace más que pensar en un StarLord prehistórico; una gerente de un parque que ni idea cómo llegó a ese puesto, ya que su gestión es más que dudosa; y al dueño del parque, que tiene dinero para todo, menos para pilotos. También está el jefe de seguridad que quiere hacer que los dinosaurios maten a los asistentes del parque sean armas de guerra.

El diseño del parque es bastante realista, el uso de CGI es tolerable y las mujeres pueden correr a la velocidad de un T-Rex, aun con tacones.

Para la gente quiere ver una película de dinosaurios en el cine, aun está en cartelera. Para la gente que espera una similitud a lo mostrado Jurassic Park, que mejor vea Jurassic Park una vez más.

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