martes, 17 de febrero de 2015

El otro día vi... Whiplash

     Definir el arte siempre causa problemas, más el cómo nace o decir quién es un artista. Whiplash nos quiere mostrar esa faceta, cómo nace un artista y los sacrificios que llegan hacer algunos por la excelencia.

     Whiplash es la pieza de música que un excéntrico compositor, Terence Fletcher (J.K. Simmons) está intentando que su orquesta de estudio logre tocar a la perfección (énfasis en perfección). En eso llega Andrew Neyman (Miles Teller) un joven baterista  aspirante a músico elegido por el propio Fletcher para integrar este selecto grupo de jóvenes promesas. Luego se descubre que Fletcher tiene métodos muy fuertes al momento de su enseñanza.

     La historia es potente, nos hace pensar en nuestros propios objetivos y qué estamos haciendo o que limitaciones nos proponemos a nosotros mismos para alcanzar nuestras propias metas. El guión, el ritmo, la forma de edición, los diálogos, la música, la ausencia de música, todo está muy bien equilibrado y bien logrado. La cinta es muy pasional, intensa y emocionante en todo momento.

     La elección de J.K. Simmons fue tan acertada para el papel ese profesor exigente que cada vez que aparecía en pantalla me daban unos nudos en el estómago por cómo reaccionaría o qué haría después. Y la actuación de Miles Teller me sorprendió gratamente, por la costumbre de verlo en películas en que no explotan su gran potencial.

     Y como no puede ser menos en una película que trata de música, la banda sonora es un delicado relieve que resalta lo que tiene que resaltar; además se acompaña de una buena e interesante selección de jazz (que para mi, que en mi vida he escuchado jazz, me invita a conocer más de este género).

    Hay tanto que decir de esta grandiosa obra que me tomaría horas y muchas lineas para acercarme a lo que quiero llegar. Pero optando por lo sano, solo digo que es una de las mejores películas que he visto, tiene un buen guión, una historia original, aprovecha el tiempo y el ritmo para no aburrir ni ser tedioso en ningún momento, se le suma esa porción de crítica y sin olvidarse del final, que es de los mejores finales que he visto en mucho tiempo.


Lo Memorable:
  • Una historia muy pasional.
  • Las actuaciones de J.K. Simmons y  Miles Teller.
  • Una banda sonora interesante.
  • Crítica al papel de profesores y alumnos.
  • Un final de película.

Lo Olvidable:
  • Quizás, a veces, hay escenas que pueden ser muy exageradas (aunque es algo que yo no me detuve a pensar si no hasta terminada la película).

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