viernes, 6 de febrero de 2015

EL otro día vi... Birdman

     La cinta habla de un actor de películas de acción de los años 80', Reegan Thomson (Michael Keaton) que luego de dejar de hacer el papel del superhéroe Batman Birdman, quiere resaltar nuevamente, pero ahora, de una forma más seria, por lo que decide realizar una obra de teatro en Broadway. 

     Birdman es una redundancia de sí misma. La película habla que la forma de ser realmente 'popular' es realizar acciones que tal vez no se consideren artísticas y sean más 'comerciales'. Y este es el juego que da origen al problema de Reegan, entre volver a ser el superhéroe querido por todos, o seguir con su obra de Broadway y seguir el camino de legítimo actor que siempre quiso y ser popular en base a eso. Y como digo, esta obra peca en varias ocasiones de esa misma ironía. Reegan podría ser perfectamente una metáfora de la película en sí.

     En ese aspecto algunos podrán darle demasiado crédito a las técnicas para hacerla lucir bien, pero como se refleja en la misma película, también debe existir arte y son los mismos puntos criticados los que le dan razón.

     Si nos centramos en los ritmos de la cinta podríamos separarla en dos parte claras, la primera que establece los personajes y la segunda donde está todo dicho y Michael Keaton se roba la pantalla. De los escasos detalles que podría mencionar en contra es la 'desaparición' de Edward Norton en la segunda parte de la película, ciertamente es excelente para hacer de antagonista, pero llegado a un punto, simplemente ya no se le ve más, algo chocante dada la cantidad de problemas que ha causado. Otro detalle que por lo menos a mi me pareció algo innecesario, fue la presencia del personaje mismo de Birdman, aunque debo admitir que en el final estuvo grandioso.

     Finalmente quedé muy satisfecho con el estilo de humor con el que se trabaja, tenía temores que fuese algo básico y obvio (como la mayoría de las películas de comedia). El drama tan psicológico de Reegan y los simbolismos presentes a lo largo de la cinta la hacen una película más interesante y hasta inteligente. La técnica de la ilusión de estar rodada en una sola toma, en una suerte de plano secuencia es PERFECTA, claramente un trabajo de primer nivel; aunque si hay veces que sobra, claramente no se puede negar el efecto entregado.

Lo Memorable:
  • La interpretación de Michael Keaton.
  • La técnica de la "toma continua".
  • El drama psicológico.

Lo Olvidable:
  • La total desaparición del resto de los personajes en la segunda parte.

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