lunes, 22 de abril de 2013

Inteligencia o la Muerte

     La tendencia está definida, lo que viene este año son los relojes inteligentes y no es de extrañar que sea así, los relojes son unas de las tecnologías más populares del mundo, pero que está quedando atrás en el mundo de la innovación.

     Seamos francos, los relojes son unos de los artefactos más importantes en la historia del hombre, pero que estos últimos años, por algunos motivos, ya no brillan y es obvio, ahora casi todo (si es que no todo) en este mundo es capaz de entregar la hora, digo, hasta mi calculadora viene con un reloj integrado. Bajo esta premisa, queda claro el continuo peligro que tienen los relojes en el mundo actual.

     Ahora, siendo algo auto-referente, entre mis cercanos (los más jóvenes, principalmente), ya no usan relojes de muñeca, por el simple hecho que ya no es necesario. Con el solo hecho de tener un celular se tiene un reloj y más. En ellos se pueden usar cronometro, marcar diferentes zonas horarias, cuenta regresiva, despertador, alarma y mucho más, sin mencionar de ser totalmente programables en base a nuestros complejos horarios. Las únicas personas que aun se pueden ver que usan relojes son los adultos y adultos mayores, personas que no tienen la costumbre del celular y/o que lo toman como algo que les entrega cierto estatus.

     Pero en la historia ya han habido algunos intentos de hacerlos "inteligentes" como Spot,  un servicio de Microsoft que simplemente no resultó. Algunos años más tarde, aparecieron los relojes inteligentes de LG y Samsung. Sus elevadísimos precios y pocas funciones hicieron que se hundieran rápidamente. Algunas opciones salieron luego, pero ninguna con mucho éxito.

     Eso sí, este año busca marcar la diferencia y salvación de este histórico gadget. El pasado año aparecieron dos grandes de esta nueva moda: el Sony Smartwatch y el Pebble. Este último fue toda una revelación, que desató una verdadera revolución en Kickstarter. Nadie se quiso quedar fuera de la reinvención del reloj, así que empezaron a oírse los rumores que desde Samsung, pasando por Apple, hasta Google querían fabricar su propio reloj. Rumores que terminaron por confirmarse, dando fechas de lanzamiento para este 2013.

     El reloj en si es algo que está lejos de ser una función obsoleta, pero su formato es el que viene creando problemas y quedándose en los anaqueles de la historia. En esta época, en que internet y la comunicación son los jefes, solo queda adaptarse. Hasta el momento, tras algunas caídas, parece haber encontrado el camino correcto, pero las empresas son las que deben dar el empujón y nosotros la oportunidad. En un principio, entregarles autonomía total quizás no fue la mejor idea, pero tal vez, siendo complementos directos de nuestros smartphones puedan dar el siguiente paso a la era de las comunicaciones, y no quedarse con funciones dignas de los inicios del siglo XVIII.

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